Grito de Mujer 2024 | Almirante Brown | Argentina

El día viernes 22 de marzo del 2024, en la localidad de Longchamps,  partido de Almirante Brown, Buenos Aires, Argentina, se realizó el Festival Grito de Mujer 2024, bajo e el lema “Mi arte es grito”; para ello se reunió a un equipo para ayudar en la organización del mismo, efectuado en él centro cultural La Terraza. Luego de definir él lugar y la fecha se lanzó la propuesta para la participación de artistas Brownianos: poetas, escritores, cantantes, músicos, artistas plásticos, artesanos, etc. 

La propuesta fue tomada como un gran desafío por todos los que participaron del evento ya que en su mayoría era la primera vez que participaban. Fue un desafío sí,  sobretodo porque en Argentina estamos atravesando por momentos complicados en cuanto a los derechos ya conseguidos por y para las mujeres como ser la ley de interrupción voluntaria del embarazo, segura y gratuita; también la cultura y los artistas están siendo cuestionados y tratados como los culpables de generar en las mentes de ciertos sectores populares ideas poco apropiadas con financiamiento del estado; distorsionando así toda manifestación cultural y artística, que la mayoría de las veces como en este caso es autogestionada y sostenida por los mismos artistas. Este mes, fue un mes de reflexión y acción para las mujeres y artistas argentinas y él festival Grito de mujer cobró una dimensión increíblemente sanadora. Todavía podemos, somos mujeres en un mundo que siempre va a encontrar resistencia al avance de la mujer como sujeto deseante y con derechos. Cada artista que participó del festival estaba con mucha necesidad de gritar, así que este año nuestro GRITO fue un grito de lucha contra la violencia contra la mujer, niñas, niños, adultos mayores y todos los que están siendo vulnerados en sus derechos; gritamos por todas las mujeres del mundo y en particular por las de nuestro país que está atravesando un momento de mucha confusión, violencia y dificultad para salvar las diferencias aún entre congéneres. 

 

 

Por todo esto, me siento agradecida de haber podido participar como coordinadora un año más de este Grito de Mujer, porque siento que me ayudó a entender cómo ayudar a otras mujeres que aún se encuentran en lugares muy oscuros por los cuales yo ya pasé y me dieron un propósito; la posibilidad de manifestar y movilizar la conciencia social acompañada. Me siento acompañada y contenida por la Fundación Grito de mujer y la ONU Mujeres a través de su proyecto “Generación Igualdad”, y siento que quiero participar cada vez más y no volver a quedarme callada ante las injusticias y la violencia contra la mujer en todas sus formas,  porque una mujer empoderada puede ayudar a sus hijos,  a otras mujeres a sus adultos mayores y a todos los que así lo necesiten. Nuestra historia está llena de mujeres heroínas que dieron su vida por sus hermanas y creo, que este festival impulsa y da valor a muchas mujeres para que puedan sentirse heroínas a través de este grito. 

Para finalizar me atrevo a enviarles mi grito hecho letras, tomando él lema del festival como punto de referencia.

 

 

Mi arte es mi grito

Mi arte es mi grito, es mi forma de ser en un mundo vacío e individualista. Vivimos tiempos difíciles, donde la consigna es "se salva la gente como uno, la gente de bien" aunque nadie supo decirme aún qué significa ser "gente de bien". Mi arte es el grito de miles de mujeres, niñas, niños, adultos mayores, personas en situación de vulnerabilidad, silenciados, avasallados,  violentados, por un sistema social que te dice que lo importante es ser libre, mientras le pone un precio a esa libertad. 

Mi arte es mi grito, es un grito de impotencia cuando veo tanta indiferencia ante el dolor ajeno, cuando leo a personajes oscuros tratando de aparentar, pertenecer, encajar... La violencia tiene tantos disfraces que uno no termina nunca de conocerlos realmente, va mutando, toma la forma de la necesidad de aquellos que jamás gritaron ni lo harán porque "la gente de bien no grita", entonces espera que el cambio venga de afuera, de un milagro, de un suceso extraordinario, sin pensar que el mayor milagro, ese que trae el único cambio posible, ese suceso extraordinario, sucede en las profundidades de nuestro ser, en la soledad más aterradora, que duele y mucho porque transforma, nos transforma; y una vez que eso sucede ya no hay modo de encajar, y a veces nos sentimos solos... y el mundo se ve en toda su magnificencia y la humanidad y la historia cobran una dimensión infinita,  insondable, inhóspita a veces. Por eso, Mi ARTE ES MI GRITO, porque ese grito lo escuchan otros que al igual que mi pequeña crisálida los vomitó un día, dejándolos huérfanos y con unas alas en construcción constante. 

 

 

Soy arte, soy poesía, soy música, soy artesana, soy una paleta de colores, manos llenas de barro, soy fantasía, sueños, una voz intentando llenar tanto vacío, tanta oscuridad llena de luces artificiales.
En un mundo tan enloquecedor, elijo una locura distinta.
Elijo una vida que sabe que su único destino es la muerte.
Elijo seguir gritando, aunque parezca loca.
Elijo ser...

Los artistas participantes del festival Grito de mujer 2024 fueron:

1. Flor Moreno (escritora, cantante) coordinadora del festival en Buenos Aires, Argentina.
2. Carlos Montis (escritor)

3. Val Reyes (humorista)
4. Grace Medina (cantante)
5. Pablo Rial (poeta)
6. Andrea Molina (clown, humorista)
7. Leticia Otazúa (escritora)
8. Claudio Abraham (guitarrista, cantante, compositor)
9. Raimillas (colectiva de danzas)
10. Centro cultural La Terraza como sede oficial y parte fundamental en la organización del mismo a través de su equipo:
Milton Lopez (poeta)
Jota- Jonathan Szewczuk (gastronomía y Audio)
Juan (encargado del edificio)

El Festival Grito de Mujer ha estado llevando a cabo durante todo el mes de marzo, más de doscientos eventos como parte del proyecto Generación Igualdad de la ONU Mujeres, y bajo el lema “mi arte es mi grito”, en honor a quienes, con su trabajo, arte y solidaridad, han donado su talento a la causa durante todos estos años, para ser portavoces de quienes sufren en silencio.