Grito de Mujer 2015-La Pampa-Argentina



Y se escuchó el “Grito de Mujer”
Domingo, 15 Marzo 2015 10:47


Ayer a la tarde, en la ex Terminal de Ómnibus, se realizó por primera vez en nuestra ciudad el Festival Internacional de Poesía y Arte “Grito de Mujer” con la participación de una gran cantidad de mujeres que se expresaron a través de diferentes lenguajes artísticos. 



La actividad se realiza en el mes de la mujer en unos 40 países diferentes y surgió hace cinco años a instancias de la poetisa Jael Uribe. En General Pico, fue una iniciativa de la escritora Olga Reinoso con la invaluable ayuda de su colega Silvia Peinado.
 
 

 
Las Tamboras del Viento y las Guapabandas pusieron su granito de mensaje feminista a través de la percusión y el canto. También hubo música de la mano de Alicia Robledo, Majo Rayén (música de pueblos originarios), Chily Ruiz y Marina Balmaceda, Gloria Fernández, Aldo Iranzo, Fabiana Silva, Claudia Giacobbe y Federico Giacobbe.

Las escritoras y narradoras Olga Reinoso, Alicia Malerba, Iris Gatica, Iris Lieschner, Lelé Estigarría, Ana María Rolfi, Gabriela Iglesias, Marta Cardoso, Patricia Oliveri, Norma Demaría, Silvia Peinado, Águeda y Lucía Franco, Beatriz Soria, Gabriela González, Marga Toranzo, Verónica Bessoni y Laura Carnovale, se expresaron a través de las palabras. Y dijeron  mucho, mucho desde las sensibilidades diferentes de las mujeres.


También hubo exposición de artistas plásticas Susana Villegas, Cecilia Reinoso, Graciela Coronel y Lucía Mendoza, Alicia Malerba, Norma Tello, Mirtha Tello, Adriana Panero, Valeria Quirog, Diana Ávila, María García Faba, Dora Rossi y Angélica Martín; y de las artesanas “Lunáticas”. Y cerró el festival Marianela Camerlinck con su danza.

Sin dudas, fue un espacio en que las diferentes miradas, sensibilidades, sentimientos, ideas se tradujeron en palabras, música e imágenes. Las ideas de sororidad expresadas fundamentalmente en las palabras de Olga Reinoso, calaron hondo entre los presentes. Romper con la actitud de competencia entre mujeres y unirse en solidaridad, respeto por las diferencias compañerismo, puede cambiar el mundo patriarcal.

La tarde se transformó en un lugar de encuentro, de reflexión y de alegría. 


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